sábado, 27 de junio de 2009

Unos hablan claro mientras otros callan



El PNV ha montado en cólera por las fotos de las maniobras del Ejército en Gorbea, mítico monte del nacionalismo vasco, que concluyeron con la colocación de dos banderas españolas en el monumento que sostiene la Cruz. Mientras callan o miran hacia otro lado ante los asesinatos de ETA, en esta ocasión han presentado diversas preguntas en el Congreso para mostrar su indignación pidiendo explicaciones a la Ministra de Defensa sobre lo que ellos es una profanación. Así mismo han organizado para el día 4 de julio una excursión de desagravio al monte Gorbea y solicitan a los asistentes que porten ikurriñas para homenajear a su bandera. Imaginamos que también será requisito indispensable llevar boina, aunque sea en pleno verano.

Esto me recuerda una anécdota que escribió Alfonso Ussía sobre las banderas. El día que se permitió que se utilizara la ikurriña en Vascongadas, en los tiempos de la Transición, Xavier Arzallus corrió a visitar a su madre, postrada en una cama por enfermedad, y abriendo de par en par la ventana de la habitación exclamó emocionado: “¡¡¡Mamá, mamá, mira todos los balcones con nuestra bandera!!!”. A lo que la señora respondió secamente: “Javier, cierra la ventana. Ya sabes que mi bandera es la de siempre, la española”.



ABC publica hoy una entrevista a la viuda de Eduardo Puelles, la última víctima de ETA.

Mientras Paqui Hernández, con su sencillez habla claro y dice las cosas por su nombre, otros guardan un clamoroso silencio, revestido de cobardía y bajeza moral. El hermano del asesinado, Josu Puelles, recuerda que durante los funerales reprochó a Urkullu e Ibarretxe su actuación contra ETA, y fue contestado con "silencio".

Alguna cosa está cambiando en Vascongadas. Como escribió el líder del Partido Popular, Antonio Basagoiti, en un artículo titulado “Decencia institucional tras un asesinato”, por primera vez hay una reacción normal del lehendakari tras un asesinato.

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