Carta a Federico

Querido Federico,

Durante años me despertaba con los Suspiros de España, precedidos por los lamentos, de los que usted se exclamaba en COPE. Me despertaba expresamente antes de la hora que me correspondía para poder escucharle y empezar el día bien informado.

Aunque diverja en algunas cosas con usted, me parece indispensable su voz para denunciar lo que otros callan, sin acobardarse ni casarse con nadie. Crítico con el Gobierno y con la oposición cuando no se hacen las cosas bien. Le admiro precisamente por esto, por su valentía y tozudez, propia de los de Teruel, contra viento y marea a pesar de los problemas que le ha acarreado su independencia total.

Como usted suele repetir, se trata por encima de todo de dos pilares fundamentales, irrenunciables, imprescindibles para la democracia: España y Libertad.

Gracias por todo Federico y desde allí donde esté, aunque sea en radio catacumba, ahora toca recomenzar… y seguir molestando, como le dice Regina Otaola en su artículo. Allí estaremos. Le esperan millones de ciudadanos libres.

Firmado: Un español.