lunes, 26 de abril de 2010

Las dos Españas se enfrentan de nuevo

Con motivo del procesamiento del Tribunal Supremo contra el juez Garzón se han organizado varias manifestaciones a favor del juez instructor. En éstas se han congregado miles de personas con fotos de represaliados por el franquismo y banderas republicanas. Por otra parte, simpatizantes de Falange se han manifestado contra el citado juez. Las dos Españas se enfrentan de nuevo.

La mayoría de medios de comunicación han tomado partido a favor del juez Garzón creando un clima de opinión a favor suyo aún a riesgo de tergiversar la realidad ocultando información importante para tener una idea global de la realidad o directamente manipulándola.

Conviene saber que el Tribunal Supremo ha abierto tres causas penales consecutivas contra Garzón, la primera vez que esto sucede contra un mismo juez. Estas son:

1.- Prevaricación por investigar los crímenes franquistas sabiendo que no es competente.

2.- Prevaricación por inadmitir a trámite una querella contra Emilio Botín meses después de haber recibido una importante financiación del Banco Santander para unos cursos en Nueva York.

3.- Prevaricación por presuntas escuchas ilegales entre acusados del caso Gürtel y sus letrados.

En 1977 se aprobó una ley de amnistía para pasar página a los crímenes que se cometieron durante la guerra y la dictadura franquista. Jesús-María Silva Sánchez, catedrático de Derecho penal, publica un artículo en el que explica la plena vigencia de aquella ley.

Santiago González también escribe en su blog un interesante post sobre la valía de aquella reconciliación y la personifica en Fraga y Carrillo.

Recomiendo el interesante artículo de Joaquín Legina, "Enterrar a los muertos", uno de los pocos socialistas con la cabeza bien amueblada a quien no le caen prendas en escribir argumentas que tiran por los suelos la presunta superioridad moral de la izquierda. Entre las premisas que escribe Leguina y la consiguiente argumentación en contra, destacamos:

Mensaje nº 2: Los asesinados en la retaguardia republicana ya fueron "honrados" y sus victimarios perseguidos por el franquismo. Los únicos que ahora deben ser "honrados" -y sus asesinos juzgados- son los represaliados por el franquismo.

Lo que se consigue con un mensaje tan sectario es perpetuar la división. Precisamente todo lo contrario de lo que una persona bien nacida debiera desear. En efecto, lo que se debiera hacer es precisamente lo contrario, es decir, ampliar el mutuo perdón y hacer que todos los muertos -todos- sean también de todos. Que quienes cayeron bajo la represión en la retaguardia republicana no por cometer algún delito sino por ser (ser cura, ser militar, ser noble, ser rico, ser de derechas...) sean reivindicados por las gentes de la izquierda, y los asesinados por los franquistas sin haber cometido delito alguno, simplemente, ellos también, por ser (ser sindicalista, ser republicano, ser socialista, ser comunista...) deben ser reivindicados por las gentes de la derecha. ¿Con qué fin? Simplemente, para poder decir todos juntos: ¡Nunca más!

Mensaje nº 3: Todos los represaliados por el franquismo son héroes de la democracia y de la libertad.

Los ganadores de la guerra civil sostuvieron durante los años de la dictadura que "sus" muertos (1936-1939) en el frente o bajo la represión en los territorios fieles al Gobierno republicano eran "mártires de la Cruzada", afirmación que está tan lejos de la verdad como cerca de la propaganda.

Ahora, con parecido entusiasmo, se pretende que todos los enemigos del franquismo que fueron represaliados durante aquella interminable dictadura fueron "héroes de la Democracia".

Esta es, también, una afirmación sectaria, y por eso debe ser negada. Lo haré a continuación, a sabiendas del riesgo que corro con ello.

Vivir durante la guerra en la retaguardia republicana -nadie que se haya ocupado de ese asunto lo negará- representó para mucha gente un auténtico infierno de persecución y de muerte. Bastaría la lectura de la gran novela de Juan Iturralde, Días de llamas, para ilustrarlo. Y esa novela me lleva a un personaje -ligado a la UGT y al PSOE- que resultó ser un individuo siniestro: Agapito García Atadell, quien se hizo famoso en Madrid al inicio de la guerra civil como jefe de una de las Brigadas del Amanecer que operaban en la capital (también los de la FAI fueron maestros en "represión revolucionaria" y montaron, por ejemplo, una checa en el Cine Europa de la calle Bravo Murillo desde donde salían a dar paseos nocturnos y a llenar de cadáveres la Dehesa de la Villa). Estas pandillas -muy contentas de exhibirse armadas por la retaguardia y de no pisar el frente- aparecían de madrugada en los domicilios de la gente "de derechas" para dar el paseo a sus moradores y, de paso, "requisar" en su propio beneficio los bienes que encontraban en los registros de aquella casas.

En resumen, las querellas contra Garzón no se deben a causas políticas sino por presuntas iregularidades del juez en el ejercicio de sus funciones.

Los partidarios de la memoria histórica, o mejor dicho, una parte de la memoria, aprovechan las circunstancias para agitar a la sociedad española tal vez para intentar ganar una guerra que perdieron hace 70 años.

lunes, 12 de abril de 2010

Creer en el país



La semana pasada el Primer Ministro británico Gordon Brown, solicitó a la Reina la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones que se celebrarán el 6 de mayo.

La contienda electoral en la venerable Inglaterra es una buena oportunidad para observar, con aciertos y defectos, el funcionamiento de una auténtica democracia con debate de ideas y confrontación de programas que aspiran a gobernar la Nación.

El lector habitual de este blog conoce, y no queremos disimularlo, que desde este blog apoyamos al líder conservador, David Cameron.

Recientemente he leído un artículo publicado en The Daily Telegraph en el que con el título “My credo for my country” David Cameron reflexiona sobre los valores en los que quiere y el futuro que quiere para su país.

En respuesta a las críticas por sus orígenes acomodados y educación privilegiadas (estudió en Eton), el líder tory se confiesa "orgulloso" de sus raíces y señala cómo su padre y su madre le inculcaron optimismo y que "la vida era algo más que hacer dinero".

Aunque no creció en un ambiente político, un viaje a la antigua Unión Soviética en 1985 le hizo "cuestionar el mundo" que le rodeaba y desarrollar una serie de valores que aún conserva, como que "el Estado es tu sirviente y no tu dueño".

En caso de gobernar, sugiere, además de reducir el tamaño y competencias del Estado se centraría en arreglar, con recortes en el gasto público, "la devastación" creada por la política económica del Gobierno laborista y no tendría reparos en emular a su antecesora Margaret Thatcher para "enfrentarse" a los sindicatos.

Algunos de los párrafos más destacados:

“A raíz de mi elección me di cuenta que el partido tenía que cambiar su lenguaje, su manera de acercarse a la gente, comenzar con una hoja en blanco y tratar de investigar por qué no podía ampliar la base de su electorado (…) Sabía que, o conectábamos con el mundo moderno, o no tendríamos la oportunidad de sincronizar nuestros valores y creencias con los retos del momento (…). Nueve años después hemos convertido esa visión en realidad”.

“Los últimos cuatro años han sido para mí la entrevista de trabajo más larga del mundo. Si les pido su voto para dirigir este país, cómo no voy a mostrarme ante ustedes tal como soy en la era de Youtube o Twitter. A algunos puede que no les guste esta forma de verlo, pero lo personal es igualmente político. Mis experiencias han determinado no sólo mi vida sino mis ideas y mis ideales”.

“El legado de amor de mi familia se ha convertido en mi guía espiritual. Nada puede batir la fortaleza de esa familia que te apoya cuando las cosas van bien y te sostienen cuando van mal (…) De mi padre aprendí el valor del optimismo, no hay nada que no se pueda superar; de mi madre, el desprendimiento: la vida es algo más que hacer dinero”.

“No es mi futuro el que está en juego; es el futuro de este país. El resultado de estas elecciones determinará como usted y sus hijos viven y trabajan en los años venideros (…) Tenemos las políticas adecuadas y la ambición suficiente como para despertar el país y hacer que coja inercia para años”.

“El estado es un medio, no un fin en sí mismo. Debe proteger al pueblo pero sin menoscabar la libertad individual. Su burocracia ha de ser reducida al mínimo y el poder devuelto a la gente. Debe crear valor, ilusión y fomentar la iniciativa privada mediante bajos impuestos. Olvidarse de los planes grandilocuentes. No se puede delegar en él la protección social, sino que ha de ser ejercida por cada uno, en sus familias y comunidades (…) Fomentaremos el gobierno comunitario, al margen de la administración, para construir esa sociedad participativa en la que los ciudadanos resuelven sus propios problemas”.

“El liderazgo requiere de un carácter firme. Aprendí de Margaret Thatcher que, si actúas apoyado por la fuerza de tus propias convicciones, no hay interés creado que se resista. Puedes hacer el cambio posible y aumentar las oportunidades para todos. No dudaré en enfrentarme a esos barones sindicales que amenazan con otra primavera de descontento; en oponerme a esa parte de la estructura educativa que rechaza nuestras reformas; en demandar más responsabilidad corporativa a nuestras empresas (…). Desarrollaremos reformas estructurales, de forma efectiva y paciente, de forma consensuada y en las que prime el interés colectivo sobre el partidista”.