lunes, 24 de agosto de 2009

Clar i català



Esta mañana he leído un artículo en el que se recuerda los valores que antaño caracterizaban a los catalanes: "Hubo un tiempo en que lo catalán era palabra de ley. Los tratos en la Llotja de cereales de Barcelona nunca se cerraron por escrito. La palabra bastaba. En fin, cosas del pasado. Quizá esas cosas dieron pie al dicho: Clar i català".

Desgraciadamente, el autor tiene que hablar en pasado. Aquellos valores de la palabra dada, la confianza en el cumplimiento del compromiso adquirido, la seriedad y honestidad en los negocios, la búsqueda de un equilibrio que beneficiara a ambas partes, el trabajo bien hecho, la cultura del esfuerzo, el pactismo, en resumen lo que se ha venido conociendo como "el seny", se ha ido diluyendo con el paso del tiempo para dar paso a actitudes cerriles y egoistas que a quien más perjudican en primer lugar es a los propios catalanes. Lejos quedan los tiempos, no por los pocos años transcurridos sino por el rápido declive vivido, en que Cataluña era considerada la locomotora de España. Desde entonces Cataluña ha perdido posiciones y sobre todo esa pátina de orgullo de poder decir "som catalans".

Los culpables de esta degradación son precisamente los partidos que se consideran más catalanistas que nadie y mediante la continua queja y las reclamaciones estatutarias nos han generado antipatías en el conjunto de España y sus políticas nos han avocado al fracaso.

Tres años después de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña, el Tribunal Constitucional aún no se ha pronunciado sobre la constitucionalidad del texto buscando un equilibrio propio de funambulistas para contentar a todos. Mientras, ERC lanza amenazas proponiendo manifestaciones de presión si se atreven a recortar el Estatuto.

Me vienen al recuerdo los versos de Salvador Espriu pues, a pesar de todo...

"estimo a més amb un
desesperat dolor
aquesta meva pobra,
bruta, trista, dissortada pàtria"

viernes, 14 de agosto de 2009

La Transición española vista por los servicios secretos occidentales

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El domingo empezó a publicarse en La Vanguardia una interesante serie de reportajes sobre documentos desclasificados en los servicios secretos del Reino Unido y Estados Unidos fechados en la época de la Transición.

30 años después es interesante comprobar cómo se veía a España desde las principales democracias occidentales y cómo se han desarrollado las expectativas que tenían entonces.

A continuación se relacionan los enlaces a todas las entregas y un breve resumen:

Un refugio en Gibraltar

El 12 de septiembre de 1975, las autoridades de Gibraltar escribieron a Londres pidiendo instrucciones ante el temor de que cuando Franco muriera una avalancha de refugiados españoles, huyendo del desastre, desbordaran las posibilidades del Peñón.

Arias Navarro, el "evolucionario"

Arias Navarro, consciente de la desconfianza que causaba fuera de los Pirineos, se tildó a sí mismo de "evolucionario" en un intento inútil de reencauzar su imagen fascista hacia la de un hombre más abierto y hasta demócrata, a su manera. Tarea imposible.

Guerra fría contra Franco


A partir de mediados de 1974 la decrepitud de Franco y las informaciones de los servicios secretos occidentales que anunciaban que su fin estaba cerca provocaron que los gobiernos occidentales redoblaran su atención sobre España.

El príncipe y el acuerdo holandés

En octubre de 1975, mientras Franco fantaseaba con su fijación sobre el pertinaz contubernio mundial contra de España, su sucesor, el joven príncipe Juan Carlos, mantenía contactos secretos con las democracias europeas en Madrid para transmitirles que estaba preparado para dar el salto a la democracia y desembarazarse del lastre del franquismo.

¿Ha visto una pizca de fascismo?

Desde la óptica internacional, Franco murió con pena y sin gloria. El recuerdo que queda de aquel entierro es el del áspero sonido del roce de piedra contra piedra producido por la pesadísima lápida con la que sellaron su tumba en el Valle de los Caídos, y la espectacular capa gris forrada que lució el dictador chileno César Augusto Pinochet Ugarte.

Todo al Rey, nada a Franco

Pero pese al apoyo internacional, don Juan Carlos no podía acabar con el régimen de un día para otro y todos los observadores extranjeros eran conscientes de ello. "De entrada, Juan Carlos no puede romper con el pasado", comprendió el embajador en Madrid, Mister Wiggin.




Flechazo total

Suárez atrajo la atención del Rey cuando, en una conversación privada, habló de manera directa y sin pretensiones de la necesidad de llevar a cabo reformas democráticas. La decisión del Rey al designarle jefe de Gobierno sorprendió a todo el mundo y se llegó a pensar que, dada su procedencia del Movimiento Nacional, se estaba entrando en una era neofranquista.

El futuro en sólo cuatro folios

Bélgica, se explica que "en Bruselas Suárez desveló un encuentro mantenido años atrás con el Rey, quien le preguntó sobre el plan para llegar a introducir la democracia en España. Suárez le preparó un programa de cuatro páginas (cuartillas). Una vez firmados los pactos de la Moncloa –se añade en el informe–, el Rey le recordó aquellas cuartillas, de las que había mantenido hasta la última coma". Ese plan, entregado por Suárez al Rey con Arias todavía de presidente, tal vez explique por qué Suárez esperaba la llamada del Rey el mismo sábado en que le propuso la presidencia.

El día en que el Rey se disgustó

Don Juan Carlos se enteró en Bremen de que Adolfo Suárez había decidido acudir a las elecciones. El Monarca temió que Suárez provocara una reacción muy airada de Alianza Popular, liderada por Fraga. "El Gobierno ha convencido a la izquierda de la sinceridad de su afán por la democracia"

Un Suárez distinto y con defectos

Adolfo Suárez no soportó bien la recta final hacia las elecciones de 15 de junio de 1977 que marcaban el verdadero inicio de la democracia en España. La seguridad y aplomo que demostró el día que le comunicó al Rey por teléfono en Alemania que acudiría a las elecciones se fue disipando a medida que se acercaba el día señalado y se acumulaban los problemas.

El problema vasco y militar


Convencido de que la democracia llegaría lejos, seguía teniendo graves dificultades con las fuerzas armadas y el terrorismo que –admitió– crecía en el País Vasco, donde contaba con simpatía entre sus habitantes.

"El Rey es un 'boy scout'"


Extracto de una serie de partes máximo secreto de la CIA acerca del intento de compra de la familia del dictador para que esta presionara al Caudillo y abandonara el poder: "Una persona de confianza del embajador español en Londres, Manuel Fraga Iribarne, informa de que el Príncipe desearía que Fraga sondeara a varios políticos y diplomáticos experimentados (...) acerca de si apoyarían a Juan Carlos en el caso de que este comenzara a presionar a Franco para que renuncie.

Europa vigilaba el golpismo


Una de las grandes preocupaciones de la Europa democrática al comienzo de la transición fue el comportamiento de los militares españoles ante los cambios que se estaban produciendo. A principios de 1977 se multiplicaron los informes confidenciales que versaban sobre si era posible un golpe de Estado militar en España.

Gibraltar con Franco: más fácil


En un informe secreto sobre cuál puede ser el futuro de España después de la muerte de Franco (Nº FCO 86/355), los analistas británicos admitieron que con el Caudillo le era más fácil defender su postura sobre Gibraltar: "Como señala el embajador de Gran Bretaña, en la España post Franco, el problema de Gibraltar parece que será más tenso en lugar de menos dificultoso. La llegada de un gobierno democrático en España podría reconciliar a los gibraltareños moderados con la idea de acercarse a España, especialmente si en España crece la economía más que en Gibraltar (...) Los sindicatos (gibraltareños) recibirían contentos a un gobierno de extrema izquierda en España".

España, el país que sorprendió


Europa admiró y comentó el comportamiento extraordinario de los españoles de la era post-Franco. "Hay algo de este país que a uno le maravilla más allá de los análisis intelectuales", rezaba un informe británico.

Catalunya contra ETA


Con motivo del último atentado mortal de ETA en el que fueron asesinados dos guardias civiles he publicado un artículo en La Vanguardia recordando a través de su hemeroteca, las víctimas que han causado a lo largo de sus 50 años.

sábado, 1 de agosto de 2009

La Setmana Tràgica


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En Julio de 1909 la llamada a filas de los reservistas para ir a luchar en la Guerra de Marruecos provocó una protesta popular sin precedentes. Lo que empezó con una huelga general de 24 horas terminó con una revuelta de una semana y con un marcado carácter anticlerical

La Vanguardia no pudo publicarse en aquellas fechas y el 1 de agosto explicaba como transcurrieron aquellos hechos.

Fernando Díaz Villanueva publica en Libertad Digital como era aquella Barcelona de principios del siglo XXI: "Hace cien años, Barcelona era la ciudad más grande, más próspera y más poblada de España. Era la fábrica y el cerebro de la nación, su estudio y su taller, su biblioteca y, a ratos, hasta su Corte".